La comunicación en el campo de la música clásica

Este martes, 14 de noviembre, en el salón de actos de la Facultad de Derecho se llevará adelante la ceremonia de entrega de los Premios Konex en comunicación y periodismo. He sido distinguido, en el campo de la música clásica, y, muy feliz, iré, junto a mi familia y amigos, a recibir la estatuilla. De alguna manera, creo que esta distinción premia una trayectoria de muchísimos años en los cuales he bregado por una comunicación oral y escrita de todo lo atinente a la música clásica que la desproveyera de esos elementos discursivos (e ideológicos) que pretenden erigirla en un campo cultural superior, impoluto y, por consiguiente, ajeno y elitista. Comencé esta tarea en 1984, tanto en radio como en la prensa escrita, y en ambos terrenos, pero sobre todo en el radial, suscribí a una comunicación que apuntara a compartir el acontecer del mundo de la música clásica sin distancias y sin esas elocuencias farragosas y altisonantes que eran/son tan propias del periodismo en este ámbito.

Siempre en la vereda opuesta a todas las teorías que plantean y defienden la existencia de jerarquías culturales, en Según pasan los temas, en el aire desde abril de 1989, establecí un contacto directo y llano con los oyentes que implicó, por primera vez, habilitar un teléfono para que, en un programa de música clásica, ellos pudieran expresar sus propias ideas y comentarios. Asimismo, dejé de lado los formalismos propios de los programas "cultos" de música clásica en los cuales el trato cotidiano con el locutor o el tuteo al oyente eran impensados. Sostenido por mi formación musical y académica y sin chabacanerías de ningún tipo, el programa mostró que había otra manera, más amistosa y cercana, de difundir, transmitir y compartir la música clásica. Ese mismo concepto comunicacional lo llevé adelante desde la dirección de Radio Nacional Clásica, desde 2007, y, con un equipo superprofesional e imbuido de esa misma aproximación al hecho musical, hemos construido La 96.7, una radio de música clásica novedosa, amplia y sumamente democrática que incluye, sin restricciones, no sólo todas las manifestaciones de música académica de todos los tiempos y regiones, con una especial atención a la música argentina, sino también expresiones artísticas de otras tradiciones musicales. Aún cuando en la prensa escrita los modos discursivos son otros y más difíciles de "alterar", creo haber podido llevar adelante esa misma idea comunicacional, especialmente, a través la utilización de lenguajes comprensibles, lejos de cualquier demostración de superioridad.

Cuando estudiaba musicología, en la Universidad de Tel Aviv, el profesor que dictaba un seminario sobre metodología de la investigación -y que nunca habría de saber cuánto influiría en mi vida- nos planteó, como trabajo final para aprobar el seminario, llevar adelante una investigación sobre cualquier temática y exponer las conclusiones de tres maneras diferentes: para una revista de musicología, para una conferencia abierta en el contexto de una universidad y para... un programa radial. Claramente, los saberes más académicos o las opiniones más personales pueden ir vestidos de distintas formas, para diferentes públicos y en diferentes formatos. De eso se trata el asunto. Ni más ni menos que de la comunicación.