La crítica más breve jamás escrita
Jack Benny, que había nacido como Benjamin Kubelsky, fue un comediante estadounidense que vivió entre 1894 y 1974. Siguiendo el deseo de sus padres, que aspiraban a verlo como un consumado intérprete, el niño Kubelsky se dedicó a estudiar el violín con empeño y fruición. Pero en la década del 10, se reveló como un gran comediante en diferentes espectáculos de vodevil. Ya como Jack Benny, frecuentó múltiples escenarios y hasta apareció en algunas películas mudas de fines de la década del 20. Pero en 1932 comenzó a adquirir gran notoriedad, primero como columnista radial y luego como conductor de sus propios espacios. Años más tarde, instaló su Jack Benny Program, que, como programa televisivo, le daría una auténtica celebridad en todo el país. Hacia 1950, Jack Benny era uno de los animadores más populares de los Estados Unidos. Como una herramienta más dentro de sus muletillas, siempre tocaba el violín. Desde el prime time televisivo, Benny ampliaba su horizonte hacia otros terrenos. Así, este actor que, con una frondosa historia, se reía de sí mismo y del paso del tiempo sosteniendo que eternamente tenía 39 años, montó un show en el Cargenie Hall que fue un auténtico éxito de concurrencia. Al enterarse de que Benny tocaba el violín en el espectáculo, fue hasta el teatro Harold Schonberg, el celebérrimo, admirado y también temido crítico de The New York Times. Apelando a aquella brevedad tan elogiada por Baltasar Gracián, Schonberg escribió una crítica mínima, contundente e inapelable. Sin prestar atención a que era un show de humor, sólo atendiendo las cuestiones musicales y sin destacar ningún vencedor, en el diario neoyorquino apareció la crítica más breve jamás escrita: "Ayer, en el Carnegie Hall, Jack Benny tocó Mendelssohn. Mendelssohn perdió".
Fuente: LA NACION - Espectáculos - Allegro, 11-8-2017