Si no es Bach, es de Handel
Una falsa alternativa que revela una ignorancia generalizada
Si bien hasta el siglo XIX la música que mayormente se escuchaba era la de los compositores vivos, el culto a los compositores anteriores se fue asentando conforme iban avanzando los tiempos. Un estudio reveló que hacia 1870, el setenta por ciento de la música que se ofrecía en los teatros europeos era de compositores activos. En el siglo XX, progresivamente, la proporción se fue invirtiendo y en las salas de conciertos y de ópera la resultante fue que la abrumadora mayoría de obras que se escuchan en las últimas décadas pertenecen a creadores fallecidos hace algunas décadas o muchísimos años. Ahora bien, la devoción por los maestros del pasado no ha sido siempre igual. En los conciertos públicos de los años '20 o '30, abundaban las creaciones de Mozart, de Beethoven, de los romantiquísimos compositores del siglo XIX y, en una buena medida, también estaban presentes Stravinsky, Schoenberg, Bartók, Prokofiev y esos otros compositores "modernos" empeñados en romper con los parámetros que habían guiado la creación musical a lo largo de los últimos doscientos años. Pero del Barroco, en aquel tiempo, poco y nada. En vano habrán de buscarse en los programas de aquellos años obras de Monteverdi, Corelli o Scarlatti. Las cuatro estaciones, de Vivaldi, la obra con mayor cantidad de registros discográficos de la historia, era absolutamente desconocida. Sólo después de Segunda Guerra Mundial se desató el interés por la música anterior al clasicismo. Percy Young, un musicólogo y compositor inglés nacido en 1912, resumió aquella situación de ignorancia generalizada cuando afirmó, en 1947, que "hay que batallar contra esa falsa creencia instalada según la cual toda la música de la primera mitad del siglo XVIII que no fue escrita por Bach fue escrita por Handel".
Fuente: La Nación. Espectáculos